He tenido la oportunidad de leer el último libro de Jesús Trillo-Figueroa, titulado “Una tentación totalitaria. Educación para la ciudadanía” y no me ha dejado, como no podía ser de otra manera, indiferente. De manera clara y perfectamente argumentada, vuelve a llamarnos la atención sobre el alcance que la revolución silenciosa, puesta en marcha por los representantes mas radicales del socialismo, puede tener en nuestro futuro.
La certera trilogía de este pensador, me ha abierto los ojos, a una ideología (que yo apenas intuía, que sentía deslavazada, inconexa y casi siempre errática), puesta en marcha por las huestes de ZP. Tras la lectura de las obras de Jesús Trillo he conseguido entender, donde estamos, hacia donde vamos, y sobre todo, de que va esto.
No hace mucho tiempo, el PSOE, acusaba al PP, de haber puesto en marcha una “teoría de la conspiración.” Y parte de razón tenían, porque la teoría conspirativa existía. Solamente erraron, acaso de manera voluntaria, en la definición de los conspiradores. No eran los del PP, como nos querían hacer creer los que conspiraban, sino los propios acusadores del PSOE. La revolución silenciosa, puesta en marcha, está intentando cambiar, de manera inexorable, nuestras raíces culturales, nuestras creencias, nuestros valores y nuestra moral.
Estamos siendo “diseñados” para abandonar nuestro rol de seres libres-pensantes, y asumir el de ciudadanos-asexuados, sin criterio, dirigidos por las mayorías políticas. Nos ordenan, no sólo no pensar, sino, lo que es peor aún, que aceptemos, sin rechistar, la decisión de la mayoría, aunque sea injusta e inmoral.
Es la mayoría la que decide. Si hay que cambiar, la moral y el Derecho, ¡pues se cambian!
Siguiendo este enfoque, si la “mayoría” (que es ficticia, ya que no se tiene en cuenta a la mitad de la población) decide que el aborto es bueno, necesario y moderno, se cambia la ley y se viste como “derecho de la mujer”, “oprimida por el franquismo” (Ministra Cabrera, ¡Franco murió hace mas de 30años!).
Si esa “mayoría” se plantea hoy, que a partir de cierta edad los ancianos son molestos porque hay que cuidarlos y eso nos complica la vida, pues nada, se promueve la sedación, se les facilita la eutanasia, y un problema menos.
Total, ¡si somos libres de disponer de la vida de los no nacidos, que mas da quitarnos la vida a nosotros mismos y a nuestros padres!
Para llevar a cabo estos fines (tentación totalitaria), hay que acabar con la separación de poderes y el autocontrol entre los mismos. A partir de ahora, sólo existirá una voluntad, la de la “mayoría”, y una palabra clave, “ciudadanos”. Todo ello hábilmente manipulado por el poder político, que definirá en cada momento, lo que se considera bueno y lo que no.
Desgraciadamente, en nuestra sociedad abunda una especie en crecimiento de “nuevos ciudadanos” manipulables, insolidarios y egoístas. Se autodefinen con palabras rimbombantes, ligadas a la terminología oficial, y elevan la voz al tildarse de demócratas y de ciudadanos modernos. Son los nuevos adalides de la libertad y de la modernidad.
Con el nuevo régimen todo lo decide la ciudadanía y la “mayoría”. El Estado es el ser superior (Leviatán) que dicta, en cada momento, lo que es moralmente aceptable y lo que no. A partir de este dogma de fe, se redactará una ley a medida, que “legalice” cualquier nueva ocurrencia, por inmoral que pueda ser, a efectos de hacerla legal.
El derecho quedará, por tanto, sometido a la voluntad ciudadana. Ya no regulará los excesos del poder, sino que los legalizará.
El hombre-ciudadano sustituye al hombre-libre. Robots en lugar de seres que piensan y, por supuesto, olvidémonos de disentir.
Fijado el objetivo, sólo queda ponerlo en marcha. Y que mejor manera para empezar, que el hacerlo por los cimientos. Se deshace la institución familiar, creando variedades a la carta, y se arranca a los padres el derecho a educar y formar en valores a sus hijos. Ese derecho corresponderá ahora al Estado, sumo hacedor de lo que hay que hacer, cuando y con quien.
Controlados los poderes Ejecutivo y legislativo, se busca controlar el poder judicial. Para ello, se intenta adecuar la composición de sus órganos rectores, a la ideología de la “mayoría”, nombrando magistrados afines. Así se consiguen controlar, también, las decisiones judiciales. Ya no serán tampoco independientes los jueces, sino que forman parte del consenso ciudadano. Tras controlar los poderes ejecutivo (Gobierno), legislativo (BOE) y judicial, sólo falta contar con un buen aparato de información. Hay que montar una serie de medios de comunicación afines. Y por supuesto silenciar y privar de medios técnicos y de publicidad institucional a los medios críticos.
Con la maquinaria de gestión y de comunicación en las manos, el siguiente paso, será modelar las ideas de las nuevas generaciones, es decir de nuestros hijos, para desarrollar la idea del “nuevo ciudadano”. Es un simple problema de tiempo. Y para ello lo mejor es empezar por los estudiantes de primaria, los mas receptivos, los mas manipulables.
Hay que “educarles” en los principios del régimen. Hay que explicarles que los valores y la ética verdaderos, son los que la sociedad demande en cada momento.
Y se pone en marcha la asignatura Educación para la Ciudadanía, con carácter obligatorio.
En un corto plazo se conseguirá dar la vuelta a una sociedad, que dormida, no es consciente de la revolución en marcha. Solamente algunos lúcidos intelectuales y pensadores, como Jesús Trillo, y el efecto que pueden producir sus escritos, en personas con ciertas inquietudes, podrán actuar a modo de parapetos que impidan al poder político llevar a cabo su tentación totalitaria, encubierta como revolución social.
Con este nuevo libro, cierra perfectamente el autor, el círculo de su trilogía, para abrirnos los ojos ante la magnitud del reto puesto en marcha por, el aparentemente insulso, ZP.
Comparto sus previsiones y le agradezco el gran esfuerzo realizado, para sintetizar y ser capaz de abrir un hueco en el umbral de nuestras conciencias, por el que entre la luz y nos permita entender lo que se está fraguando
El libro aporta no sólo información, sino también ideas para poder rebatir y pelear por nuestro futuro. La batalla de las ideas está encima de la mesa y nos estamos jugando el futuro modelo de sociedad
Hay mucho en juego y no podemos quedarnos parados a verlo venir. Los instigadores están haciendo su papel y jugando sus cartas. Los intelectuales y algunos medios también juegan su papel, explicándonos la realidad e intentando combatir contra la dictadura del pensamiento.
Sólo quedamos nosotros pendientes de tomar parte en la crucial partida que está poniendo las bases para el futuro de nuestra sociedad.
Debemos levantarnos del sillón y actuar. Dar a conocer la situación y por supuesto pelear intelectualmente para evitar la manipulación de la personalidad de nuestros hijos.
Personalmente me siento comprometido con el objetivo ¿y tú? ¿vas a seguir contemplando la vida, haciéndote pasar por un buen “ciudadano” que va de respetuoso, amparándose en las decisiones de la mayoría, o estás dispuesto a dar guerra y defender tus principios y tu ética moral? No podemos esperar a que otros lo resuelvan. Nuestras ideas y nuestra ética personal han de ponerse encima del tablero y tenemos que pelear por nuestros valores.
La obra de Jesús Trillo, ha cumplido parte del trabajo. Nosotros tenemos que hacer el nuestro. Pido al autor que siga abriéndonos los ojos, para que los resortes del poder no nos aniquilen, a través del BOE, de la propaganda mediatizada y de la manipulación de la educación
Para entender lo que se está cocinando, y lo que realmente significa la implantación de esta asignatura obligatoria (Educación para la Ciudadanía), este libro es imprescindible.
No sólo conseguirá despertar muchas conciencias adormiladas, sino que además aporta valiosos argumentos para poder rebatir las tesis oficiales. Esta asignatura no trata de educar en valores democráticos y ciudadanía, como afirman sus defensores. Algo mucho mas importante está en juego. Gracias a la lectura de este libro seremos capaces de comprender que nos estamos jugando mucho en el envite.
Es imposible que esta obra no resulte clarificadora e interesante a todo aquel, con ciertas inquietudes intelectuales, que no se conforme con ser una marioneta mas en manos del poder político.