Mario Capecchi fue un niño que tuvo que sobrevivir a una muy difícil experiencia. Su vida parece sacada de un guión cinematográfico de Hollywood, y seguramente dentro de poco, algún productor realizará una película inspirada en él.
El padre de Mario era un aviador italiano que durante la Segunda Guerra Mundial fue enviado a luchar en África. Antes de partir hacia su destino, y conociendo el espíritu combativo de su esposa Lucy, dejó a una familia de campesinos, cierta cantidad de dinero para que pudieran cuidar de su hijo Mario en caso de que a él y su mujer les ocurriera algo.
La madre de Mario, Lucy Ramberg era una poetisa de origen americano-alemán . Su madre en su juventud, viajó desde Oregón a Italia para seguir su carrera de pintora. Conoció al arqueólogo alemán, Walter Ramberg, con el que tuvo tres hijos. Pero la Primera Guerra Mundial separó a los integrantes de la familia Ramberg.
Lucy conoció y se enamoró del aviador italiano Luciano Capecchi, con el que tuvo un hijo, Mario, aunque no llegaron a casarse. Era profesora en la Sorbona y frecuentaba a un grupo de artistas antifascistas llamados los Bohemios. Fue detenida por publicar pastines antifascistas y antialemanes y enviada al campo de concentración de Dacha cuando Mario tenía 5 años.
Ante esta situación, la familia de campesinos se ocupó de Mario. Pero lo hicieron durante un año, justo el tiempo que duraron los fondos recibidos del padre de Mario.
Terminados los fondos y cuando Mario apenas contaba con 6 años fue abandonado en la calle, donde tuvo que sobrevivir, encontrando cobijo entre las pandillas callejeras de adolescentes, que se ganaban la vida como podían, fundamentalmente robando para comer.
Mario enfermó de tifus, y alguien apiadándose de él, le dejo en el pasillo de un hospital, donde al ver su lamentable estado se hicieron cargo de él. A punto estuvo de morir y allí permaneció casi un año.
Fue en ese hospital donde su madre, que había conseguido sobrevivir a su encarcelación en el campo de concentración, dio con él. Había estado mas de un año buscándole desesperadamente por todos lados y al fin le encontraba. Mario había cumplido ya nueve años.
Lucy compró a su hijo un traje y un sombrero tirolés (que aún hoy día conserva) , y se dirigieron a Nápoles, desde donde embarcaron con rumbo a los Estados Unidos. Allí fueron acogidos por sus parientes americanos.
Mario, tras su terrible experiencia callejera y sin conocimiento alguno del idioma, comenzó a asistir a las clases de la escuela elemental, donde a pesar de las dificultades del idioma pronto mostró gran interés por aprender.
Mario Capecchi, aquel niño de apenas cinco años, abandonado en una calle cualquiera, obligado a sobrevivir, sin mas medios que la solidaridad de sus “compañeros” de desventuras, encontrado cuando ya parecía imposible por su madre, se doctoró en Medicina y se especializó en la investigación genética
Este año, Mario Capecchi de 60 años de edad ha sido galardonado con el Premio Nobel de Medicina.