Querido Antonio:
Hoy nos hemos acostado con la triste y trágica confirmación de tu fallecimiento.
Eras uno de esos jugadores de equipo, que se iba abriendo paso a nivel nacional, dentro del maremagnum de comunitarios, nacionalizados, residentes y … españoles.
Eras un auténtico “producto nacional”, no sólo por tus cualidades futbolísticas sino, y sobre todo, por tu alegría de vivir.
Sevillano hasta la médula, trabajabas en la que era tu pasión y en el equipo de tus sueños.
Cuentan los que tuvieron la suerte de compartir contigo distintos momentos de tu vida que eras lo que se denomina vulgarmente, “la alegría de la huerta”. Siempre con una sonrisa en la boca, con un comentario de ánimo al compañero, con tu gracia para contar chistes, con tu disponibilidad hacia ese aficionado que te pedía un autógrafo…
Un antiguo entrenador tuyo comentaba, que cuando diste el salto al primer equipo, al Sevilla CF de tus ilusiones, dejaste tal vació en tu antiguo vestuario y entre tus antiguos compañeros que decidieron comprar un cassette con música que rellenara y mitigara la alegría que te habías llevado contigo al irte, la alegría que irradiabas.
Un prometedor futuro y un excepcional presente, mostrando maneras de buen jugador, internacional absoluto, dando el pase a tu equipo a una final europea con un magnífico gol. Formabas parte de esa gloriosa plantilla del Sevilla que está consiguiendo un importante record en el número de títulos, nacionales e internacionales.….
Una vida intensa, a toda velocidad, cada día al límite…. Todo muy rápido en tus tan solo veintidós años de edad. Faltaba poco para que naciera tu primer hijo, ese al que desgraciadamente ya no podrás conocer, pero que desde el cielo, donde seguro ya formas parte del primer equipo, seguirás sus pasos y le transmitirás tu alegría, tu pasión, tu sentido del humor y tu hombría y bondad.
El domingo, nos diste la penúltima muestra de tu carácter, cuando tras caer fulminado por una parada de tu noble corazón, te reponías y te “cabreabas” por que te tenían que sustituir. Tú querías seguir haciendo lo que mas te gustaba, que era jugar al fútbol con el equipo de tu vida.
Tu corazón aún te volvió a dar otra mala pasada y tuviste que ser hospitalizado.
Hoy has escrito tu última hazaña entre nosotros y nos has demostrado la grandeza del fútbol al que amabas. Tu última aportación ha sido la unión de béticos y sevillistas en el recuerdo y la añoranza hacia tu persona, has conseguido que todos los que hemos disfrutado de tu juego, sintamos que hemos perdido algo grande,… un trozo de nuestra vida.
Siempre tendremos en el corazón el recuerdo de tu alegría, de tu honradez profesional y de la generosidad de tu juego. Y en nuestra mente, las imágenes de tus galopadas y de tus goles
Hoy todos los aficionados y también los que no lo son, lloramos la pérdida de un magnífico jugador, pero sobre todo lloramos la pérdida de una gran persona.
Antonio, siempre te recordaremos, descansa en paz y brinda a tu nuevo equipo tardes de gloria como las que nosotros hemos disfrutado contigo.
Hasta siempre y gracias porque fuiste muy buena gente y todo un campeón!!!