Poco tengo que añadir a la maravillosa victoria de la selección española de baloncesto en los campeonatos del mundo 2006 celebrados en Japón.
No voy a hablar ahora de temas tan obvios, como serían, el decir que Gasol es el mejor jugador del mundo, ó que la selección funcionó como un auténtico equipo, ó que la defensa española fue de manual y deberá ser estudiada por los principales técnicos del mundo, ó que el liderazgo absoluto y natural de Gasol, proviene no sólo por su calidad técnica, fuera de toda duda, sino por su calidad humana ante la que sus compañeros se sienten comprometidos.
Tampoco voy a decir que contar con los Gasol, Garbajosa, Calderón, Navarro, Rudy, Sergio, Berni…etc ha sido un lujo y un placer para todos los amantes del deporte, y para todos los españoles.
Soy un adicto al deporte, en cualquier disciplina, pero tengo que confesar, que el baloncesto no conseguía atraparme desde la época de los Brabender, Luyck, Rullán, Sagi-Vela, Cabrera, Epi, Solozábal, Corbalán, Martin, Romay, Iturriaga, Llorente (al que conozco desde la época del colegio) y compañía. Por lo tanto ya ha llovido…
En aquellos tiempos yo era un asiduo a los partidos de baloncesto y en gran parte era debido a las numerosas transmisiones de partidos que había, cuando todo no estaba tan manipulado y podías ver deporte sin tener que pasar constantemente por la taquilla de tantos “amigos del poder”que se enriquecen a nuestra costa.
Confieso abiertamente que me desenganché del baloncesto y solamente seguía las evoluciones de Gasol por el hecho inédito de su destacada participación en la NBA y ahora empezaba a tener interés por los Calderón y Garbajosa por idéntico motivo.
Antes del Mundial sólo del Real Madrid actual, sería capaz de citar a Reyes… y del resto de equipos españoles, salvo Jimenez…por su polémica de si iba o no al Madrid no conocía a ninguno.
Tras el Mundial me sé los nombres de todos los integrantes de la selección y los equipos en que juegan o van a jugar.
En lo últimos años los éxitos en balonmano, waterpolo, fútbol-sala, y ahora este fantástico éxito en baloncesto, nos indican que no somos sólo un país de magníficos deportistas individuales, (ciclismo, atletismo, F-1, Tenis, Golf…) sino que también somos capaces de conseguir resultados en equipo.
La salud del deporte es una muestra de la salud de la juventud de un país, y en España llevamos una serie de años, en que en ese aspecto gozamos de buena salud.
La calidad humana de los diversos campeones españoles, su humildad, su alto compromiso, su preparación deportiva y sobre todo el ver su emoción, cuando suena el himno nacional, que indica el triunfo, a mi personalmente me hace sentirme muy optimista de cara al futuro.
Los jóvenes actuales que representan el mas alto nivel de deportistas españoles y mundiales , como los Gasol, Nadal, Alonso, Pereiro, Marta Domínguez, Paquillo, Pedrosa …etc, nos hacen sentirnos cada día al resto de los españoles, no sólo orgullosos por sus hazañas, sino que también nos dan continuas lecciones de humildad, de sinceridad, de caballerosidad.
Nos hacen salir a la calle con banderas a corear sus nombres y el de España, nos hacen sentirnos unidos, independientemente de nuestras ideologías, de nuestro color, de nuestra altura y de nuestra profesión o sexo, unidos independientemente de las tensiones políticas que buscan que nos enfrentemos.
Es verdad que existen también casos aislados de deportistas, que rechazan su participación en las selecciones españolas por su afán de protagonismo y por sus manipuladas convicciones, y tratan de aprovechar sus éxitos (afortunadamente mínimos o realmente ninguno) con fines partidistas. Pero afortunadamente esos son los menos y además… no son los mejores.
Los mejores están ahí dando lo mejor de si mismo, esforzándose al límite de sus capacidades, luchando con sus mayores fuerzas, y haciéndonos sentir orgullosos de compartir con ellos, nuestros sentimientos.
A todos los demagogos del separatismo, les pediría que sean coherentes y hoy no saquen pecho por estos éxitos de los españoles. Estos magníficos deportistas, independientemente del lugar en el que hayan nacido (Cataluña, Galicia, País Vasco, Madrid o Canarias…) son españoles y nos representan a todos porque ellos así lo quieren.