14 julio 2006

¿Por qué?

Porque el ejecutivo sigue viviendo de las rentas de la demagogia, sobre la guerra de Irak, mientras que las 17 bajas sufridas en agosto 2005 y la nueva baja sufrida este mes, además de los numerosos ataques sufridos por nuestros militares en Afganistán, (donde, aparentemente “ íbamos en misión de ayuda humanitaria”) siguen silenciándose? ¿Por qué nos quieren vender que nuestro ejército es una ONG en lugar de un ejército? ¿Por qué tenemos que avergonzarnos de nuestro ejército y del trabajo que desarrollan nuestros militares, y nos ocultan la información e intentan pasar de puntillas, sin dar explicaciones de ningún tipo sobre la realidad? ¿Por qué, ante las cada vez mayores evidencias de las posibles implicaciones ETA-11M el Gobierno, calla … calla y …calla? ¿Por qué un gobierno que acusaba a sus antecesores en el cargo de mentir, no es capaz de decir la verdad en ninguno de los temas importantes? ¿Por qué todos aquellos bufones, considerados como “intelectuales o artistas” que querían saber y gritaban ¡ No a la guerra!, ahora callan, callan y callan? ¿Por qué que un señor que es capaz de bautizar a sus hijas, asistir a su comunión y casarse por la iglesia, se tilda de anti-católico? ¿ eso no es hipocresía? ¿Por qué los españoles asisten silenciosos a la disgregación de España? ¿Por qué tenemos que aguantar que un señor que estuvo claramente en las entretelas del “Gal” , rozando los límites de la legalidad, sea ahora Ministro del Interior? ¿Por qué permitimos que los jueces y fiscales que se oponen con la ley en la mano, a los excesos del Gobierno, sean apartados de sus funciones? ¿Por qué todos esos españoles que se echaron a la calle contra los terroristas asisten calladamente a la rendición del gobierno ante ETA? ¿Por qué tenemos que aguantar que Otegui y Carrillo nos vengan a dar lecciones de ética y de democracia? ¿Por que no puedes demostrar que te sientes orgulloso de tu bandera, ya que te dicen que provocas? ¿Por qué con minorías tan poco representativas se permite que se aprueben estatutos que suponen la desmembración del estado español? ¿Por qué minorías separatistas, que son poco significativas en el total de los ciudadanos, hacen y sobre todo deshacen a su antojo mientras que el resto, mira y … no reacciona? ¿Por qué nos dejamos “desviar la atención” con asuntos que son cortinas de humo y que sólo sirven para que no nos ocupemos de lo realmente importante? ¿Por qué nos dejamos imponer un modelo educativo para nuestro hijos, con el que no estamos de acuerdo, mientras los impositores llevan a sus hijos a colegios internacionales, y no decimos ¡ Basta ya! ¿Por qué tenemos un sistema de representación parlamentaria de partidos y no de personas, donde los miembros no pueden decir lo que piensan, y han de acatar las decisiones del partido sin discrepar? ¿Por qué el Presidente del Gobierno que se tilda de dialogante, no es capaz de pactar con la oposición ni uno solo de los múltiples asuntos importantes del estado, y cede ante el chantaje de las minorías? ¿Por qué el Presidente de todos los españoles se permite despreciar a la mitad del electorado, al que también representa, persiguiendo y despreciando sus creencias religiosas, mientras apoya el desarrollo de otras confesiones, con representación minoritaria en nuestro país, inventándose “Alianzas Mundiales” mientras, monta el lío en su propio país, creando enfrentamientos? ¿Por qué la mayoría de los españoles cuando salimos al exterior y somos preguntados por la política de nuestros gobernantes, sobre los mas variados asuntos, nos sentimos avergonzados y… no sabemos que decir? ¿Por que un pueblo orgulloso de sí mismo, que en su día fue una potencia universal, gracias al valor de demostrado por sus habitantes a lo largo de la historia, se deja pisotear, acobardándose ante los chantajes terroristas, dando al mundo y a nuestros hijos una lección de cobardía y falta de hombría, para afrontar nuestros problemas? ¿Realmente somos un pueblo que merece la pena o nos hemos convertido en un país de cobardes y cómodos? ¿Realmente somos una nación solidaria de la que podemos sentirnos orgullosos, o sólo nos importa nuestra propia situación económica personal, desinteresándonos de toda aquello que está mas allá del consumo, y de la ostentación, siendo incapaces de movilizarnos en defensa de nuestra unidad? ¿Realmente el espíritu que nos hizo salir a la calle ante el asesinato de M A Blanco, ante el que la gran mayoría nos sentimos, a la vez que profundamente indignados, profundamente orgullosos de ser españoles al ver la solidaridad y la unión de todos ante tal atrocidad, se ha perdido, y somos capaces de olvidar el atropello y la falta de humanidad que hemos sufrido todos estos años, y permitimos que se acose a las víctimas y a sus familiares, mirando hacia otro lado, para no ver su sufrimiento, y somos tan mezquinos que viendo como los asesinos se pavonean, viendo como los asesinos nos dicen los pasos a dar, mientras que nos amenazan con volver a la barbarie si no los seguimos, viendo como los familiares de la víctimas son aislados de una sociedad que siempre les acogió y de la que necesitan su calor para seguir viviendo, no somos capaces de reaccionar? ¿Realmente es así la sociedad española? Quiero creer que no. Quiero creer que seguimos siendo ese país del que sentirse orgulloso. Quiero creer que no nos vamos a dejar pisotear. Quiero creer que no somos cobardes y que mantenemos nuestro orgullo y nuestras fuerzas intactas. Quiero creer en definitiva que es simple y llanamente un estado de shock, provocado por el miedo que produjo el 11-M y del que estamos despertando, aunque lentamente, al ver que transcurridos ya dos años, los que querían saber… ahora… ya no quieren saber, y mucho menos informar. Los que tachaban de mentirosos a los demás, ahora viven en una continua mentira, ocultando datos e informaciones, para que nadie sepa, lanzando cortinas de humo para mantenernos entretenidos y deshaciendo a su antojo. Yo sigo estando orgulloso de ser español, y sigo estando seguro de que mis compatriotas merecen la pena, pero…el tiempo pasa y …seguimos dormidos, dejándonos avasallar.