19 julio 2006

El problema Palestino –israelí es un asunto que lejos de tratar de solucionarse, cada día cobra mayor intensidad y que no se limita a ese territorio sino que amenaza ccon expandirse. Es verdad, que estamos hablando de un territorio de origen Palestino, ocupado por los israelitas con el consentimiento de occidente.
Los israelitas ocuparon mas del 80% de los territorios dejando a los palestinos las zonas mas pobres y además separadas entre sí, por lo que un palestino para ir a otras zonas palestinas debía pasar numerosos controles militares israelitas.
No voy a entrar en detalles de quien tiene o no la razón ya que existen numerosos acuerdos internacionales que han sido aprobados a través de la ONU y demás organismos y cuyas resoluciones han sido “desatendidas” por ambas partes.
A los israelitas se les ve en el Oriente Medio como unos “intrusos” que han ocupado territorios que no eran suyos y que además cuentan con el beneplácito y la protección de Occidente, por lo que todo ello hace que el odio de los países musulmanes hacia el estado israelita crezca día a día, por que piensan que representan aquello que ellos rechazan, el imperialismo occidental. Israel es una potencia militar como ha demostrado en los sesenta años, en los que se ha visto continuamente hostigada.
Dos no se pueden poner de acuerdo si uno de ellos no quiere. El estado de Israel es cabezón en sus planteamientos a sabiendas de que cualquier signo de debilidad sería su perdición, pero es verdad que en los últimos tiempos ha avanzado en sus actitudes, tratando de mostrar cierta voluntad para llegar a un proceso de “colaboración para la paz” , en la zona.
Tras las pasadas elecciones Palestinas y cuando se estaban dando los pasos para “tranquilizar” esta convulsa área , ocurrió la inesperada victoria de Hamas, que siempre ha estado constituida por elementos terroristas en sus planteamientos. No voy a entrar aquí a analizar si el origen de Hamas es debido a la política israelí o no, pero las acciones de Hamas siempre han mostrado un carácter terrorista en sus planteamientos. Hamas ganó inesperadamente, y la victoria del este grupo implica el no reconocimiento del derecho a existir del estado de Israel. Tampoco tras su victoria, condenaron en momento alguno, sus acciones terroristas. Al Fatal derrotado en las elecciones palestinas, proponía convocar un referéndum para que la población palestina, manifestara su reconocimiento o no de Israel, asunto al que Hamas siempre se opuso, ya que en caso de que la población palestina votara afirmativamente, supondría para ellos una deslegitimación de sus planteamientos.
¿Qué les quedaba a Hamas para mantenerse en el poder, ya que sus planteamientos hacían inviables cualquier ayuda financiera de occidente? Seguir con sus acciones bélicas. Así tras el abandono voluntario de Israel de la franja de Gaza, abandono que fue “vendido” por Hamas como victoria propia, Hamas se reforzó en dicha zona y de manera paralela al grupo terrorista Hizbollah establecidos en el sur del Líbano, área que también Israel abandonó de manera voluntaria, comienzan las hostilidades contra Israel.
Hamas no tiene medios para mantener una campaña prolongada de acoso a la potencia Israel. Hamas lleva años recibiendo ayudas de Iran y Siria. Así que la única manera de continuar con esta estrategia es recurrir a “socios” externos. Y es aquí donde surge Hizbollah, que es un grupo terrorista libanés al servicio de los intereses de Irán. Ambos ataques, a través de Gaza, por Hamas y en el sur del Líbano por Hizbollah han tenido un planteamiento similar. Una pequeña incursión, ataque y secuestro de militares isralelitas. Israel como nación no solo tiene el derecho, sino también el deber de defenderse de los ataque a sus territorios y a sus ciudadanos.
La estrategia de ambas asociaciones terroristas siempre es similar, se esconden entre la gente normal del pueblo, para que los israelitas al ir a por ellos provoquen muertes de civiles, que posteriormente usan en su propaganda ante la opinión pública internacional. Los planteamientos desde la óptica de la “progresía indocumentada” occidental encabezada por nuestro impresentable presidente del gobierno, al que se unen las voces “autorizadas” de Castro y Chávez, contrarias a la opinión de la mayoría de las chancillerías occidentales, es de condenar la reacción israelí en lugar de reconocer que los que empiezan la provocación son las organizaciones, reconocidas internacionalmente como terroristas ( al igual que ETA, a la que se pide por favor que se legalice) Hamas e Hizbollah.
Siria que ve como su dominio sobre el Líbano no es permitido por presión franco-alemana, e Irán que quiere convertirse en el centro del Islam, apoyada en sus fuertes reservas de petróleo y gas, se oponen a que los accidentales puedan frustrar sus planes de expansión y “juegan “ sus cartas en territorio israelí a través de las citadas organizaciones terroristas.
Impresentables personajes como Zerolo y el ya citado ZP quieren pescar donde no hay realmente pesca y convocan manifestaciones de protesta. Manifestaciones que serán apoyadas por algunos de los muchos indocumentados que pueblan nuestro país y que no saben una palabra de nada, pero que cuando hay que echarse a la calle para todo aquello que pueda de refilón significar un insulto directo o indirecto a los EEUU, nación a la que por cierto Europa debe su independencia, no lo dudan y salen cual borregos a entonar las consignas que la progresía incompetente y desinformada les propone. Y el rebaño… como no podía ser de otra manera suelta sus balidos o rebuznos y si se tercia montarán algún conato de agresión a los símbolos americanos, olvidando que EEUU no es Bush, ni Clinton, ni siquiera, Bruce Springteen y Dylan cuyos discos compran, estamos hablando de una nación con sus virtudes (muchas) y defectos (muchos también) que trata de defender la libertad, aunque no siempre acierten.